En la guerra global contra el terror, la estrategia de seguridad nacional de los Estados Unidos se basó en gran medida en las operaciones especiales. Su responsabilidad principal se convirtió en identificando, cazando y matando a los terroristas. Según Linda Robinson, auxiliar adjunta en el Consejo de Relaciones Exteriores, el Presupuesto Especial de Operaciones aumentó de $ 2.3 mil millones en 2001 a $ 10.5 mil millones en 2012. Sin embargo, algunos expertos creen que el éxito de las guerras valió la pena. Un ejemplo de una operación de OPS especial es la redada que mató a Osama Bin Laden.
Mientras que los reclutas de OPS especiales provienen de todo el mundo, muchos han sido capacitados en diferentes ramas militares antes de ser parte del comando. Por ejemplo, Hell Week proporciona a los alumnos una experiencia de referencia que pueden usar para tomar decisiones más informadas sobre las carreras en el ejército. Este programa es una parte vital de la cultura de operaciones especiales. También fomenta el desarrollo de habilidades de liderazgo y fomenta el trabajo en equipo. Se ha llamado lo mejor de lo mejor.
Una investigación reciente del Comando de Operaciones Especiales de los Estados Unidos encontró que el liderazgo se estaba deteriorando en muchas unidades de OPS especiales. La disminución del liderazgo conduce a las violaciones de maldición y ética. Un informe de 2020 dijo que algunos miembros de las operaciones especiales estaban tomando su parte especial demasiado lejos, y que algunos habían desarrollado un sentido de derecho insalubre. El informe recomendó más liderazgo práctico, y la eliminación temprana de las manzanas malas. Este tipo de programa se ha convertido en un sello distintivo de las operaciones especiales y es un componente indispensable de la seguridad nacional estadounidense.